¿Cómo establecer prioridades en la vida para cumplir nuestros objetivos?

LO QUE PARA ELLOS FUNCIONA… ¿FUNCIONA PARA TI?

Evidentemente que no, porque cada cabeza es un mundo, pero si hay algo en esta vida que nos da “dolores de cabeza” es tener claro el valor del TIEMPO y saber reconocer a tiempo cuáles son y cómo establecer PRIORIDADES EN LA VIDA.

Y digo en la vida porque la prioridad nos toca a todos de diversas maneras y en diversos escenarios:

En nuestras actividades de la casa, en nuestra relación matrimonial y familiar, en el manejo de nuestros recursos económicos, en el trabajo y en cualquier otra circunstancia que amerita detenernos y evaluar que sí para ahora y qué para más tarde. Así de sencillo.

Si nos remitimos a su aspecto conceptual, la prioridad hace referencia a la anterioridad de algo respecto de otra cosa, ya que sea en tiempo o en orden.

Podríamos decir que es la preferencia de una persona o cosa sobre otra, o hasta incluso que es más importante que otra que puede esperar.

Si su significado lo llevamos a nuestra vida diaria en el Hogar, son muchos los momentos en que deberíamos detenernos y revisar si lo que haremos es “prioritario” o puede esperar.

Uno de los grandes errores es cuando no tenemos claro lo que queremos, porque es seguro que nos lleve al camino equivocado. Y es algo más común de lo que pudiéramos creer.

En nuestras asesorías, vemos que son muchas las familias que les es fácil gastar su ingreso para darse un gusto, cuando hay una deuda que puede ser peligrosa si no se paga.

Vemos que no hay un presupuesto de gastos definido para controlar los egresos que pudieran ser una brújula para saber hasta dónde excedernos o simplemente poner en orden de prioridad los consumos y pagos que deben ir primero antes de pensar en diversión y festejo.

 

¿ES FÁCIL ADOPTAR NUESTRA MENTE A PRIORIDADES?

Aprender a dar PRIORIDAD a nuestra vida no es tarea fácil, porque no siempre la prioridad debe verse al ámbito económico, esta vez hablaré acerca de las prioridades en el tiempo de ejecución. Ejemplo de ello es al momento de querer poner orden en casa.

No tenemos un NORTE claro, se nos esfuman las horas en distracciones o ladrones de tiempo y al final de la jornada no hemos sido productivas.

Pero lo que toca, es decir: ¡¡¡STOP!!! Ya está bueno de vivir una vida sin PRIORIDAD, es momento de tomar acciones correctivas que permitan optimizar un recurso tan valioso y necesario como es nuestro tiempo.

En nuestros seminarios y en nuestro Ebook Decide Administrar Tu Hogar buscamos que capten la idea haciendo una analogía del semáforo:

• La luz roja es indicativa de detenernos, hay algo que representa peligro. Y este peligro es lo que es necesario, obligatorio realizar, que es urgente que hagamos para poner orden en nuestra casa y nuestra vida.
• La luz amarilla, puede ser indicativa de un llamado de alerta a tomar en cuenta, sin que tenga la prioridad de la luz roja.
• La luz verde, nos anuncia que hay cosas por hacer, que serían buenas hacer, pero que no enviste una amenaza o consecuencia nefasta si no llegamos a hacerlo en el tiempo planificado.

Cuando acondicionamos nuestro cerebro a que nuestras listas de asuntos pendientes sean distribuidas en los colores de un semáforo, se nos hará más sencillo detectar lo que verdaderamente debemos atender antes que las demás cosas.

No podemos pretender que lavar los platos se haga martes y sábado, cuando es una prioridad cotidiana, pero sí podemos planificar pintar alguna pared o cambiar las cortinas que van deteriorándose por el sol.

¿CUÁNDO LOGRAMOS QUE ESTABLECER PRIORIDADES SEA UN HÁBITO?

El tiempo no es propiamente el problema, porque todos tenemos 24 horas al día. El problema está en que no sepamos distribuirlo, abrir espacios para lo verdaderamente necesario, luego lo que se debería hacer y por último lo que quiera hacer, pero no tiene repercusiones a nuestra vida.

Lo que amerita es la constancia, la fuerza de voluntad interior de cambio, el compromiso, la persistencia si no sale como en un inicio teníamos previsto, porque al principio, es natural que podamos fallar, no ser atinados, sin embargo, será aprendizaje para la siguiente oportunidad.

Sin embargo, hay un coqueteo entre establecer prioridades y tomar decisiones, porque si sabemos tener la brújula de la vida puesta en el verdadero NORTE, facilitará nuestra habilidad para decidir lo que conviene y nos favorece, sumado a la escala de valores.

Es bueno tomar en cuenta prioridades segmentadas en: Nuestra alimentación, nuestros consumos, nuestras actividades, nuestro esparcimiento y diversión familiar, nuestra salud, nuestros hábitos cotidianos, nuestra planificación de vida, y notarás que tu vida la irás organizando en mejor medida.

Lo que no es agradable escuchar es la típica frase “Es que no me alcanza el tiempo por estar excesivamente ocupado”, porque lo que uno sentiría que la persona está bastante atareada, en el fondo, no es otra cosa que una falta de prioridades, y allí tendríamos una oportunidad de mejora para distribuir mejor nuestras horas.

¿ESTABLECER PRIORIDADES ES UN ARTE?

Pudiera verse de esta forma, un arte, porque desarrollar la habilidad de organizar el tiempo, los recursos, fijar objetivos, es una valiosa herramienta para vivir metódicamente y con planificación.

De allí lo que nos toque desarrollar, podríamos verlo como parte de nuestra estrategia de vida, y podríamos verlo como el juego del QUÉ y el CÓMO.

Para aproximarte a la productividad, comienza cada segmento de tu vida a revisar y ejecutar:

• Qué tengo qué hacer, qué debería hacer, qué sería bueno hacer.
• Colócale tiempo tope de cumplimiento (el llamado Deadline),
• Evalúa que necesitas para lograr que tus prioridades se logren, y verás cómo comenzarás a dar un giro en tu hogar, a sentirse más descansada, confiada y dispuesta a que estos criterios formen parte de la agenda familiar.