Si fuimos conscientes en su oportunidad y organizamos el Presupuesto de Gastos Familiar, hoy sentimos que somos fracasados en la administración y caemos en una profunda crisis existencial de frustración. Si nunca trabajamos ceñidos a ese presupuesto, nunca es tarde para comenzar y darnos cuenta qué tan grave es nuestra crisis financiera personal.
Pero de cualquier forma, es momento de REDUCIR GASTOS.
De olvidarnos de los prescindibles para sobrevivir con lo estrictamente necesario.
Ante la mirada desconcertante de muchos Jefes de Familia que se sienten abrumados a la apretada situación aderezada con el condimento del desempleo, aunque no puedo ofrecerles recomendaciones alentadoras, si debemos armarnos de valor para enfrentar la situación con entereza, dignidad humana y llenos de fé y esperanza (que por suerte es gratuita) de que pronto tendremos el País que todos anhelamos: maduro, sin odios, con buena gerencia, sin ambiciones inescrupulosas, con libertad y sobretodo con Paz sin distingos de clases sociales.
Concretando el aspecto práctico mis sugerencias para tu Presupuesto de Gastos Familiar son las siguientes:
- Para quienes hasta la fecha no tenían estructurado un presupuesto de gastos, deben hacer una lista de todos sus compromisos económicos al mes y colocarles al lado el monto promedio de ese gasto, de forma tal que podamos seleccionar dándole Prioridad a los consumos de primera necesidad.
- Sumen los ingresos de la familia (pidan colaboración a los hijos que están en capacidad de aportar económicamente, pues es hora de esforzarse todos) y en base a ese dinero mensual es que seleccionarán las cuentas que pagarán, obviamente que dándole jerarquía a lo imperioso por encima de lo caprichoso:
- Alimentación: Compras al mercado de los alimentos básicos y esenciales. Revisa mi super lista para el mercado, seguro te servirá
- Transporte: Evalúa si te resulta utilizar el transporte público para ahorrar más en gasolina y evitar los fuertes tranques que se forman en las ciudades.
- Pago de servicios públicos elementales como Agua, Luz, Teléfono, Internet.
- Selecciona los productos alimenticios que son de consumo frecuente e indispensable según su cultura familiar. Puedes revisar este artículo donde encontrarás ideas.
- Busca alternativas de recetas para épocas de crisis en el sentido que si se reduce a unos pocos insumos o ingredientes, aunque comas lo mismo al menos hazlo en distintas presentaciones. En este link encontrarás Mis prácticas recetas para la crisis.
- Todo lo que antes consumías pagando la comodidad, es hora de hacer un sacrificio y elaborarlo en casa. Puedes hacer galletas caseras con recetas económicas y fáciles. Puedes hacer mermeladas caseras, puedes aprovechar verduras en ofertas y hacerlas a la vinagreta para que se conserven en la refrigeradora.
- No te dejes llevar por falsos espejismos usando la tarjeta de crédito sin saber con qué disponibilidad económica cubrirá el gasto a fin de mes. Procura más bien en saldar todas tus deudas pues los intereses son imperdonables y a la final pagará más de lo que a usted le haya parecido que era una oferta tentadora.
- Evita caer en la tentación de pasear por centros comerciales recreando la vista en las vidrieras: la coquetería es débil y caeríamos en tentaciones de salir con algún atuendo o artículo que no es necesario en estas circunstancias. Mantén presente que vivimos en una economía de guerra, mucha austeridad y restricción de gastos y deudas. Ya vendrán tiempos mejores o al menos con una economía en movimiento que permitirá a quien trabaje recuperar su nivel de ingreso y mover el motor del consumo. Ahora no es el momento. Limítese a actividades gratis al aire libre y esparcimiento anti-estrés.
- Pon en práctica lo que hoy estas aprendiendo: No esperes que el techo se te venga encima para sentarte a pensar cómo puedes cambiarlo o reconstruirlo. Es momento de sembrar para el futuro. Si perdiste el trabajo analiza la posibilidad de independizarse en una actividad que pueda ser productiva para el país.
- El hecho de que no tenemos dinero para divertirnos no se traduce en quedarnos encerrados en nuestros hogares. Nuestros pequeños también perciben el aroma a angustia que se respira en la atmósfera del país y es contraproducente maltratarlos a ellos como si la situación que los adultos padecemos sea el castigo para los hijos menores.
- Si llegaran a escasear algunos insumos de aseo personal y detergentes, tome previsiones y ríndalos al máximo. La mejor opción es comprar los productos concentrados que se puedan rendir con agua, otra alternativa es distribuirlos en envases más chicos para que puedan rendir más y evitar el despilfarro.
- Antes de salir de compras al mercado, haz una lista de lo que hace falta y anota el monto tentativo. Puedes descarga mi práctica lista para el mercado aquí. Puede que te quedes corto con lo que necesitas, pero debes darle prioridad y en cada quincena ir alternando de acuerdo a tus posibilidades.
No dejen que la situación los aprese en sentimientos negativos y nefastos. Obtenga un aprendizaje de esta lección de vida que nos están poniendo frente a los ojos para asumirla con responsabilidad y habilidad. Busca ayuda cuando se sienta atrapado y no sepa por dónde empezar. Para ello existen especialistas en diversas áreas que lo podrán asesorar. Pero no se duerma, que hay un País que los está esperando y el cambio precisamente debe comenzar por nuestra actitud y la de nuestro Hogar. Les deseo mucha suerte!
1 Comentario
Pilar Durán · 19 julio, 2020 en 5:41 am
Excelente artículo. Gracias