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La llegada del hermanito, algo así de cómo afrontarlo y cómo tratar al hermano mayor, qué deben hacer los padres (cualquier parecido con la realidad mera coincidencia jajajaj)..

Cuando tenemos nuestro primer hijo, nos preparamos con gran expectativa para ser la súper mamá, cuidando hasta el más mínimo detalle y destinando la máxima porción de tiempo para cuidarlo, atenderlo, mimarlo, compartir con él hasta el más mínimo detalle que nos haga crecer en ego y sentir el privilegio de tener el hijo más bello del mundo.

Pero la historia no termina allí, sin que al pasar el tiempo nos vuelven a dar la feliz noticia:  “En meses volverá a ser mamá”.

Y es entonces cuando sentimos mariposas en el estómago, ya no el susto del desconocimiento, sino la emoción entremezclada de otro ser lleno de amor más el trabajo que implica un segundo hijo, sin haber comenzado a tomar en cuenta el esfuerzo de hacer una excelente inducción al primer hijo porque para él puede ser un verdadero CAOS la llegada de su hermanito.

Quizá lo más fuerte para una madre es la llegada del segundo y del tercer hijo, pues a partir de allí es como dice el dicho “Los hijos se crían solos” en el sentido de que los mayorcitos ya comienzan a ser apoyo para cuidar de su hermanito, estar pendiente, avisarnos de cualquier novedad.

Entonces aprendemos a manejar el concepto de ser mamá masiva, de trabajar en serie, de cocinar para un cardumen de diminutos seres intranquilos y llenos de vitalidad que demandan igual atención porque quieren que su mamá sea “sólo su mamá” sin incluir cuando están en la conocida y estresante etapa del “mío – mío”.

Por lo pronto, si ya estás en la travesía de ser mamá con el segundo regalito a tu lado, comienza a seguir los siguientes consejos para que salgas invicta y puedas disfrutar la venida de los siguientes

Llegada del hermanito

Antes de desistir en el intento, te recomiendo lo siguiente:
  • Nada mejor que sentirte parte del equipo, así que incorpora a tu hijo mayor a que ayude en las atenciones que requiere el bebé, por supuesto que con supervisión de un adulto a su lado.
  • Si ese día no quiere colaborar, déjalo tranquilo que él siga su ritmo de actividades (ver televisión, si está entretenido con sus juguetes, o armando algo).  El decidirá si quiere participar o no.
  • Aunque el bebé absorba tu tiempo de madre, debes esforzarte en destinar tiempo para el mayor, donde no esté el bebé entre ustedes sino que tu hijo se sienta atendido en su condición de hermanito MAYOR.
  • Busca comunicarte de acuerdo a su escala, demostrando sentimientos hacia él y dejando que él con sus propias palabritas puede expresar sus emociones así sientas que son negativas.  Esto le ayudará a drenar y tú como mamá lo canalizarás para que vea las cosas por el lado positivo.

Mientras tu hogar esté fortalecido en valores y buenos modales, la vida será más llevadera y lograrás que haya unión, integración y amor.  No podemos controlar la personalidad de nuestros hijos pero sí podemos fijar normas, encausarlas y buscar que su comportamiento sea desde el amor y el compartir.

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Categorías: FamiliaHijos

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